Jóvenes líderes en proyectos comunitarios
Por varias vías en los últimos años he tenido oportunidad de interactuar con, y ver en acción a grupos de jóvenes haciendo intervenciones socio-artístico-educativas, en cantidad de municipios y comunidades de Morelos, algunos fuera de esta entidad.Les caracteriza la enjundia en la realización de sus proyectos, la convicción de atender una necesidad social, y el compromiso por el encuentro entre iguales con sus vecinos, con las personas destinatarias de sus servicios, afectos, enseñanzas.
Pese a tener variadas trayectorias y experiencias, y ser algunos/as “novatos”, me atrevo a decir que también gracias a la frescura y franqueza en su aproximación a la población con la que se relacionan, han logrado ser aceptados y avanzado en sus propósitos. Otros también, han tenido que retirarse por condiciones de inseguridad el territorio elegido.En la mayoría de los casos, han arrancado con sus propios recursos y algunos apoyos de las propias comunidades al ganar su confianza en la interacción. En otros casos ya aprendieron a solicitar recursos y a administrarlos, y participan anualmente en convocatorias para dar continuidad a sus proyectos.
Un hecho muy interesante es que cuentan con líderes: mujeres y hombres, me parece más mujeres que hombres, con gran capacidad organizativa, conocedoras y claras respecto al papel que juegan en las comunidades, sus limitaciones y también sus posibilidades en el contexto local. Entre ellas algunas han declarado ser ajenas a “difundir” lo que hacen, usando las redes sociales, por cuanto pudiera eso confundirse con la promoción del “ego”.
Tienen clara la raya respecto de programas asistenciales en los que lo más importante es la foto del funcionario en medio de necesitados. Les repugna ese estilo dominante en actos de gobierno de cualquier nivel, federal, estatal, municipal. Digamos que prefieren “no ser vistos”, a hacerle el juego a la auto promoción. Sin embargo, considero que existen centenas de miles de jóvenes que viendo su ejemplo, pueden adherirse a sus causas, aprender de ellas/os, aportar a sus empeños. De ahí que para aprovechar su experiencia, necesitamos tener noticia de sus quehaceres, registrarlos, sistematizarlos, de modo que haya continuidad en los proyectos que han iniciado mediante la colaboración de otros/as más. También para que otras personas, aún a la distancia, se animen a contribuir con recursos de varios tipos a esas causas, como lo merecen.
Fundación Comunidad tiene a esa entre alguna de sus funciones con el Fondo destinado a Jóvenes, que estamos convencidos, “no son el futuro”, sino que son el hoy y el futuro de este país, por lo mucho que están dando y darán. Los hay con sólidos valores y energía suficiente, ¿sobrada?, para encabezar proyectos mayores que atiendan necesidades de gran envergadura. Demos paso a ellas, a ellos.