Entre la esperanza y la incertidumbre. Reflexiones de adolescentes y jóvenes frente a los desafíos d
Hace más de un mes que el mundo cambió por completo, su orden se alteró ante el avance de algo hasta ahora desconocido para las generaciones que lo habitan: una pandemia. Nuestros aliados de La Jugarreta siguen acompañando a distancia a las y los adolescentes en este momento de cambio, en el que las escuelas están cerradas, las tareas son por medios virtuales, las familias han parado su actividad económica y están todos juntos en casa. ¿Cómo afecta la pandemia a las y los adolescentes? Algunos participantes del programa educativo nos cuentan como están. Queremos difundir aquí su voz, sus respuestas y reflexiones ante este nuevo desafío.
Algunos impactos en la vida cotidiana durante la contingencia sanitaria
Jazmín de la comunidad de Ocotitlán, municipio de Tepoztlán, estudia en la universidad, y trabaja, nos cuenta que siente miedo de contraer el virus porque su trabajo es atención al público en una tienda. Toma sus precauciones por ella y por su familia:
“Mi familia es lo más hermoso que tengo y me preocupa que no tengamos
los suficientes recursos para combatir este virus”. “Me siento algo
tensa y preocupada y al mismo tiempo no puedo dejar de trabajar,
la escuela es inflexible.”
Para Emiliano, el mayor impacto fue que se cancelaran las clases de la escuela. Nos cuenta que le envían tareas por “wasap” y resuelven dudas, pero le cuesta mucho entender a los maestros por estos medios. Para compensar se ayudan entre los compañeros, vía whatsapp.
Jóvenes como difusores de información y apoyo en la familia.
Los jóvenes nos cuentan que han tenido muchas dudas respecto al coronavirus y cómo cuidarse. Buscan información y la comparten en su familia, ya que muchos de ellos tienen familiares con diabetes y les preocupa. Ven las noticias juntos y averiguan las dudas que tienen:
“a mi familia le paso información a veces para no preocuparlos
y otras para que tomen medidas y no salgan de casa”, nos dice Jazmín.
Con amigas y amigos, mantienen relación por celular e intercambian ideas sobre el coronavirus y se aconsejan para cuidarse. Están preocupados porque han notado que hay muchas informaciones falsas y hasta que detectan que lo es, han pasado nerviosismo y angustia. También cuidan a los adultos mayores de las familias, porque reconocen que están en mayor riesgo. Emiliano nos cuenta que se encargan de la compra para su abuela. Diana, tambien de Ocotitlán, nos cuenta que con medidas de protección salen con su mamá a la comunidad a vender yogurt que ellas mismas hacen: "eso nos está ayudando a salir de la crisis económica”. Tambien realiza las tareas del hogar junto a su familia y si sus amigos necesitan dinero o apoyo, trata de ayudarles.
Contexto familiar
Para las y los adolescentes las vivencias en el entorno familiar son muy variadas en este momento. Como sabemos, en algunas familias ha aumentado la violencia, en otras como nos cuentan algunos adolescentes, ha sido una oportunidad para fortalecer los vínculos de apoyo, mejorar la comunicación y jugar juntos. Jazmín nos cuenta:
“A veces estamos aburridos, hemos salido los fines de semana a
los cerros o lugares naturales a caminar.”
“Con mi familia hemos convivido más jugando juegos de mesa
o platicando entre nosotros”, nos dice Emiliano.
Para Diana, estar en casa le da felicidad, ya que comparte más tiempo con su familia y tiene más comunicación con ellos.
Cada comunidad enfrenten de diversas maneras la situación actual que vivimos, estos adolescentes nos muestra la esperanza y los aprendizajes que encuentran dentro de este momento en que todo parece incierto.
“He aprendido que todos somos humanos y que no importa que tanto
dinero tengas a veces no es suficiente para no enfermarse” Jazmín.
“La contingencia me ha dejado pensando en que el mundo no está listo para un virus letal…el mundo necesita personas con estudio como doctores
por si se más adelante se viene otro virus…
en lo personal quiero estudiar medicina y quiero ser Doctor”. Emiliano
