La vida vale más que el oro
Eshlliny Flores
Hace ya algunos años que el territorio morelense se encuentra en pugna entre mantener sus prácticas económicas y la configuración de sus formas de vida, y la entrada de megaproyectos que amenazan la vida de las comunidades. Específicamente en el sur poniente del estado se han concesionado 15,025 hectáreas a una empresa canadiense Esperanza Silver, que pretende una explotación minera de oro a cielo abierto o a tajo abierto, este tipo de emprendimiento implica la devastación de grandes superficies terrestres para obtener cantidades microscópicas de oro. Es una explotación minera que se desarrolla en la superficie del terreno excavando con medios mecánicos y con explosivos, que consume cantidades industriales de agua, enferma a las comunidades, provoca gran devastación ecológica y agudiza las problemáticas sociales.
El Proyecto Esperanza, de Esperanza Silver S.A de C.V subsidiaria de la canadiense Alamos Gold cuenta con 7 concesiones que abarcan 15 025 ha. en el poniente del estado de Morelos.
Esta 1ª. concesión, abarca 467 ha. del cerro el jumil y Las Calabazas en tierras comunales del pueblo indígena de Tetlama, municipio de Temixco.
Morelos cuenta con 46 títulos mineros que abarcan el 24% de la superficie del estado: 116 880 ha. Durante la etapa de exploración encuentran: Que el recurso mineral estimado en el subsuelo de sus concesiones I y II es de: 33 toneladas de oro (1,187 000 de onzas de oro). .3 gr. por Ton. 99 toneladas de plata (3,522 000 de onzas de plata). 43 gr. por tonelada.[1]
En noviembre 2012 la empresa Esperanza Silver presenta a la SEMARNAT su manifestación de Impacto Ambiental para iniciar explotación minera en sus concesiones No. 1 y 2. El 6 de junio de 2013 la resolución de la DEGIRA fue el rechazo a su manifestación de impacto ambiental impidiéndole iniciar la explotación minera:
1) No se consideró la disponibilidad real de agua subterránea, ya que el agua a utilizar en el emprendimiento minero representaría el 51% de la disponibilidad -entonces- del Acuífero de Cuernavaca, poniendo en riesgo el abasto de agua para usos prioritarios. Se pretende utilizar aguas superficiales para obras en el patio de lixiviación lo que ocasionaría efectos negativos a los ecosistemas y a los usuarios aguas abajo
2) Pone en riesgo la seguridad de la Zona Arqueológica de Xochicalco y no se ha descartado que la actividad minera afecte el patrimonio arqueológico.
3) No se puede descartar la operatividad del aeropuerto Mariano Matamoros, al impedir su adecuada visibilidad[2]
Es importante señalar que en las argumentaciones que realiza la SEMARNAT para negarle a la empresa minera su manifestación de impacto ambiental, en ninguna de ellas se reconoce los perjuicios a la vida de las comunidades y el atentado contra una forma de vida digna. Por ejemplo existen comunidades que se encuentran a 1.3 km en línea recta del emprendimiento minero, lo que significa un atentado contra sus vidas.
Localidades de Temixco y de Xochitepec, como Unidad Morelos, Francisco Villa, Benito Juárez, Las Flores, Las Rosas, Loma Bonita, Aeropuerto, recibirán todas las externalidades negativas y costos sociales y ambientales, sin ningún beneficio. Se afectará su derecho humano al agua, la salud, la vivienda y medio ambiente sano.
La minería es un proyecto Ecocida, de ninguna manera podríamos decir que es una actividad sustentable, ya que:
- No es una actividad económica amigable con el ambiente. - Consume mucha agua. - Agota y contamina los cursos de agua. - Tiene efectos devastadores sobre el paisaje. - Genera residuos contaminantes cuyos efectos permanecen a largo plazo, afectando el aire, el suelo y el agua. - Consume mucha energía (electricidad y combustibles) - Hace un uso intensivo de las carreteras y caminos
Agua para la vida, no para la muerte:
El proyecto contempla un consumo anual de 760,000 metros cúbicos, puesto que una empresa minera a tajo abierto consume 216,000 litros de agua por hora. En el año 2017 mediante la compra de derechos de agua entre particulares, la empresa obtiene una concesión de agua con 660,374 metros cúbicos anuales, con la finalidad de solventar el requerimiento hídrico de dicho proyecto, esto en una región donde sus habitantes reciben agua por tandeo de máximo 2hrs. 3 veces por semana, por lo tanto este procedimiento se mantiene ajeno a toda evaluación socioambiental, fue legal pero ilegìtima.
La minería es un proyecto Etnocida
-Hipoteca y pone en amenaza el patrimonio de las nuevas generaciones, pues es una actividad netamente extractiva, no sustentable.
-No brinda desarrollo real para las comunidades,
-Daña la salud y la calidad de vida.
¿Qué podemos hacer para que este proyecto minero no se concrete?
1º. Ejercer medidas de presión a la SEMARNAT para que no autorice la Manifestación de Impacto Ambiental presentada por la minera.
2º. Informar a las comunidades aledañas al proyecto minero de los peligros que se ciernen de aceptarse dicho proyecto.
3º. Modificar la Ley Minera que claramente actúa en beneficio de los concesionarios.
4º. Incorporarse al Movimiento Ciudadano en Contra de la Minería a Cielo Abierto en Morelos.
5. Declarar los ejidos, tierras comunales y comunidades territorios libres de minería.
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