Cómo nació Comunalia, la Alianza de Fundaciones Comunitarias de México (2011-2017)
Fue en gran parte gracias al Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) que algunos líderes de diversos estados de la república conocieron este modelo de organización y se dieron cuenta de la gran necesidad que había de crear asociaciones que pudieran fortalecer la filantropía local y apoyar esfuerzos de organizaciones locales. Para muchos, acostumbrados al financiamiento internacional, fue muy difícil impulsar este esquema de donaciones locales y apoyos pequeños para grupos de base. Por lo mismo se dieron diversas formas de ser fundaciones comunitarias en México. Estábamos en varios estados buscando soluciones para promover la cultura de donación y poder sostener el trabajo que habíamos estado haciendo. Por más de 10 años CEMEFI con el apoyo de Synergos, una organización que se ha dedicado a impulsar las fundaciones en todo el mundo, hizo encuentros de fundaciones comunitarias en México. Estos encuentros fueron valiosos, sin embargo, no era fácil lograr que se atendieran las necesidades de todas las fundaciones siendo tan diversas.
Fue hasta el 2010, cuando se organizaron varios eventos con la metodología Café Global para revisar qué se había logrado y qué esperaban las fundaciones comunitarias en México, que brotó la semilla de crear una alianza formal de fundaciones comunitarias mexicanas. Las fundaciones ya estaban listas para tomar en sus manos su propio fortalecimiento y ya tenían la madurez para poder verse unas a otras y entender que unidas podían lograr más que haciendo esfuerzos por separado. Se organizó otro evento especial para proyectar el futuro de esta alianza y se manifestó un compromiso de todas de las fundaciones presentes para sostener financieramente, y la disposición de algunos consejeros de diversas fundaciones para trabajar juntos por este objetivo. Así fue como en el 2011 nace formalmente Comunalia , la Alianza de Fundaciones Comunitarias de México.
Los primeros años de consolidación fueron mucho trabajo, pues no era fácil construir proyectos comunes siendo tan diversos. Sin embargo, fueron muy enriquecedores, pues todas las fundaciones estábamos conscientes de que el trabajo colectivo era necesario y oportuno. Logramos, con el apoyo de la Fundación Interamericana, armar un diplomado para liderazgos jóvenes en las fundaciones. Esto permitió que las fundaciones hicieran intercambios de trabajo y aprendieran unas de otras. También se gestionaron apoyos a través de Comunalia para el desarrollo de proyectos de fortalecimiento específicos para cada fundación. Y algo importante fue que, gracias a fondos de contrapartida, las fundaciones lograron fortalecer o iniciar programas de financiamiento a organizaciones de base. Esto permitió no sólo que las organizaciones locales que tienen poco acceso a fondos pudieran tener ese apoyo, sino que también entre fundaciones se logró reflexionar a profundidad sobre qué significa desarrollo de base, logrando incluso una publicación como resultado de ese trabajo.
Los esfuerzos han continuado y año con año se han ido sumando más fundaciones a Comunalia, logrando así ser más visibles y fuertes a nivel nacional. Han sido muchas personas que han dedicado muchas horas de su tiempo a esta causa que aún necesita que mucha más gente pueda entender y apoyar. Cada fundación comunitaria tiene una enorme labor, pero gracias a Comunalia ya no nos sentimos tan solos y podemos celebrar juntos la maravilla que es la filantropía y el desarrollo local.
