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Importancia de las redes, la confianza y colaboración

Yuriana Morgado y Mayte Barba


Cuando le preguntamos a las personas en qué tipo de mundo quisieran vivir, la mayoría de ellos responden que querrían hacerlo en un mundo de paz, sin tan marcadas desigualdades sociales, con oportunidades para todos, con educación, alimentos, salud y seguridad, un mundo en el que se respeten los derechos sociales. Tal vez la pregunta más importante qué deberíamos hacer, parafraseando a John F. Kennedy en su famoso discurso, no es qué mundo queremos vivir, sino qué estoy dispuesto a hacer para construir ese mundo. Frente a la pandemia que azota al mundo desde el 2020 hemos sido testigos de crisis económica y de salud, pero somos conscientes de que podemos enfrentar estos retos sociales por el trabajo colaborativo de los diversos talentos de nuestra sociedad.


La sociedad civil al organizarse puede impactar de manera positiva a la comunidad, por esta razón tenemos que de manera proactiva impulsar diversas iniciativas que apoyen el desarrollo de los grupos más vulnerables. Las condiciones de nuestra vida en el mundo han cambiado radicalmente, y así como podemos decir que hay crisis medioambiental y pobreza extrema, podemos decir que los avances en tecnología y medicina son esperanzadores.


Requerimos organizarnos y responsabilizarnos para contribuir con nuestra creatividad, innovación y conocimientos con el fin de brindar posibles soluciones. Existen, como es innegable, múltiples estrategias como son la filantropía e iniciativas de voluntariado. Nosotros como ciudadanos globales debemos tomar un rol activo tanto en la defensa de los derechos humanos como en la búsqueda de soluciones para conseguir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con sus 169 metas donde el objetivo número uno es poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.


Exhortamos entonces la necesidad del diálogo y la acción para poder encontrar cuáles son estas iniciativas que tenemos que apoyar con un verdadero compromiso social.


Tenemos que hacer como dice Ernesto Sabato (2000) en su libro “La resistencia”, en una petición que parece un ruego a la humanidad – “Les pido que nos detengamos a pensar en la grandeza a la que todavía podemos aspirar si nos atrevemos a valorar la vida de otra manera. Nos pido ese coraje que nos sitúa en la verdadera dimensión del hombre.” Sabato (2000) nos pide resistirnos ante la incomunicación, el culto a sí mismo, la reverencia a los dioses de la televisión, las redes, el consumismo, el trabajo deshumanizado, el imperio de la máquina sobre el ser, el sometimiento y la masificación, el creciente sentimiento de orfandad y el vértigo apocalíptico en el que toda posibilidad de diálogo desaparece. Afirma que Estamos a tiempo de revertir este abandono y esta masacre. Esta convicción ha de poseernos hasta el compromiso… El ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer”. Me gustaría que este compromiso humano lo asumiéramos todos y pensáramos que aún estamos a tiempo de cambiar nuestro comportamiento para salvar a nuestro mundo de un desastre ecológico y social.


Deseamos que tengamos claro lo que nos pide reflexionar el psicólogo humanista Carl Rogers: las personas hemos creado nuestra cultura y nuestras sociedades, lo que no es intrínsecamente malo, pero debemos de tener cuidado de lo que hemos elaborado en ellas, de nuestras complejas culturas y de las increíbles tecnologías, de las necesidades que nos hemos creado y el individualismo en el que nos vemos inmersos. Esas sociedades que nos han ayudado a prosperar y sobrevivir pueden dañarnos o, si no hacemos algo al respecto, destruirnos.


Un verdadero líder es aquel que logra que los demás puedan avanzar a su mismo paso, aquel que busca construir peldaños para que los demás puedan construir un futuro mejor. Estamos seguras de que apoyar a Fundación Comunidad es nuestra oportunidad para contribuir en la creación de sociedades más justas y ciudadanos conscientes de su responsabilidad social.


Al colaborar podemos lograr que al menos una persona mejore su tarea, situación social o encuentre una solución a la problemática que enfrenta y que por influencia de esta mejora otras personas de la comunidad modifiquen su manera de actuar obteniendo mejores resultados.


Podemos colaborar compartiendo un poco de nosotros, bien de talento, tiempo o tesoro ($), aportando lo que tenemos de primera instancia contribuimos, pero también nos enriquecemos, pues la satisfacción de esa contribución fortalece nuestro ser. Ahí vivimos genuinamente la colaboración pues se fortalece en alguna medida las vidas de ambos.


Es importante que propiciemos el desarrollo de nuevos conocimientos trascendiendo lo individual y aceptar y respetar la diversidad de personas que existen en nuestras comunidades, pero teniendo claro que todo ellos merecen un trato respetuoso, y mayores oportunidades para una vida más justa y digna.


Nosotras estamos dispuestas a asumir junto con toda Fundación Comunidad la responsabilidad que nos corresponde como agentes de cambio, ¿tú estás dispuesto?


Recordemos que una acción diaria de ayuda por insignificante que parezca tendrá un efecto positivo en nuestra realidad. Tú tienes el poder de colaborar e inspirarnos, nunca subestimes tu trascendencia.

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