Después de 10 años
Hoy festejamos que sigan existiendo estas propuestas, que si bien, nos han dejado experiencias invaluables, aprendizajes que han fortalecido y han permitido que el fondo equidad de género prevalezca y podamos celebrar esta primera década. Por otro lado, como responsable del Fondo desde hace un año y medio, he tenido la fortuna de acompañar a mujeres que iniciaron un proyecto de emprendimiento y que, en este andar, he tenido la fortuna de escuchar sus historias de vida que están llenas de memoria individual y colectiva, donde la mayoría han compartido sus logros, alegrías, metas, tradiciones, costumbres, de como iniciaron con un sueño y ahora es una realidad. Sin embargo, este camino no ha sido fácil para ellas, ya que dentro de sus relatos existen historias donde prevalece el miedo, el enojo, la frustración y la impotencia que deja la violencia de género cuando se vive en carne propia.
Además, algunas de ellas se les ha arrebatado la voz, negándoles la palabra para decidir, para contar sus historias, sus saberes, sus emociones y las luchas que tienen día a día. Ante esto, me quedo con un sentimiento de esperanza para seguir y acompañar estos proyectos, con el compromiso de tratar de ser la voz de aquellas mujeres que han sido silenciadas y violentadas. Como fundación, seguimos creyendo y apoyando a estos proyectos. Sabemos el impacto que han tenido en la vida de tantas mujeres. Reconocemos su trabajo, esfuerzo y fortaleza. Valoramos su amistad y el caminar juntas.